EL
AUTISMO, UNA REALIDAD AUN NO ENTENDIDA.
Por: JOSE LUIS ARISTA TEJADA
El 2 de abril de cada año se celebra el día mundial del Autismo y dentro
de la sociedad existen personas diagnosticadas con el espectro del autismo que
no conocemos o en el peor de los casos, no los entendemos.
Desde que diagnosticaron a mi hijo con el espectro autista, he
experimentado una serie de hechos que me han hecho ver que no estamos
preparados para ayudar, educar e incluir a los niños y niñas con autismo dentro
de la sociedad; por lo que, en ocasiones, ni los padres mismos sabemos qué
hacer y si hablamos del entorno que nos rodea, peor aún, no saben que es: ser
autista.
Me ha llamado la atención hoy, una frase que he leído y dice: “la sociedad no tiene la obligación de
aprender sobre nuestros niños autistas, es nuestro deber enseñarles”; en
tal sentido, creo que en cierta parte tienen razón, es por ello que hoy, debo
indicar que si bien, nos hemos informado sobre autismo porque tenemos un hijo
con dicho diagnóstico, a un inicio, antes de enterarnos de ello, yo
personalmente, desconocía de lo que se trataba, por lo que comprendo a quienes
en la actualidad, pese a contar con información virtual en el internet, aún no
saben de qué se trata. Por tanto, si bien no tienen la obligación de aprender
sobre nuestros niños autistas, es nuestro deber como padres enseñarles lo que
es y en consecuencia, estar todos comprometidos en el saber qué hacer y cómo
tratar a un niño o niña con autismo, puesto que no dejan de ser seres humanos y
mal que nos pese, tienen derecho a estar incluidos. Y mal que nos pese a los
que estamos involucrados en esta tarea, aún tenemos mucho por recorrer
para realmente incluir a los niños y niñas con autismo.
Me encanta lo que cierto joven autista dijo: tenemos autismo, ¿y qué? Te
pueden pasar cosas «peores» como, por ejemplo, ser discriminador.
¿Cuántas veces hemos discriminado a una persona diferente a nosotros? A
un niño o niña diferente en la escuela; un joven o señorita diferente, en el
colegio; a un adulto varón o mujer diferente en la sociedad. No hemos entendido
o no hemos querido entenderles y mucho menos meternos en su mundo para poder
ayudarles a llevar una vida más satisfactoria e independiente.
Es común
decir en la casa y en la escuela por boca de padres y maestros el ¡Quédate
quieto, pórtate bien!, eres un desobediente, o, ese niño es un malcriado,
seguro que sus padres lo consienten mucho o no lo corrigen. No hay que comparar a un niño “normal” con un niño autista.
Es común caminar por la calle con tu
hijo autista y de repente él, reaccione de manera diferente a los demás o más
exagerado que los demás, y todos se queden mirándolo y mirándote. Con todo
ello, ya sea
por cultura o costumbre, antecedemos la etiqueta a la persona y pasamos por alto su dignidad. Cuando se recibe un diagnóstico de autismo, éste no debe ocupar nunca el primer término, pues antes de ser autista, es una persona con necesidades, deseos y frustraciones, con
un nombre propio y con los derechos que todo ser humano debe tener dentro de la sociedad.
Johann Wolfgang von Goethe,
decía: “Trata a un hombre tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como
puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser.”
Hoy, yo trato a mi hijo como
el hombre que puede y debe ser, intento ayudarle y ha superado muchísimo.
Ciertamente existen ciertas características propias de su condición de autista
que son de él, por su carácter neurológico, no obstante es un ser maravilloso,
muy inteligente, cariñoso conmigo y los demás, con sueños y aspiraciones.
Actualmente tiene 8 años y
asiste a una Institución de educación básica regular; pero no ha sido fácil,
todo ha sido un proceso constante y perseverante para afrontar las diversas
situaciones de inserción a la sociedad, ante las reacciones de compañeros de
aula, de padres y madres, de profesionales, del entorno inmediato. Hemos tenido
que viajar constantemente para terapias y otros que ha valido la pena. Muchas
veces, nos limita la situación económica, no obstante sé que todo padre hace lo
posible, hasta sacrificios, porque desea lo mejor para sus hijos.
En Chachapoyas, existen un buen número de
niños y niñas con autismo, probablemente los hayamos visto y no nos hayamos
dado cuenta, puesto que existen diferentes niveles de autismo, desde el leve
hasta el complejo. Los hay incluidos en las Instituciones educativas, en el
colegio especial y muchos otros los tienen en casa o en el peor de los casos,
encerrados o escondidos por vergüenza, por falta de orientación o simplemente
por no saber qué hacer.
La situación del niño o niña
autista que en el futuro será un ciudadano o ciudadana, es de falta de ayuda,
por tanto, es momento de conocer más
sobre autismo y saber cómo tratarlos para ayudarles a ser independientes y
útiles a la sociedad.
En este día quiero agradecer
a todas las personas que han hecho que mi hijo vaya mejorando cada día, entre
ellas: Mi esposa que ha tenido que dejar todo para estar presente todos los
días en la atención y formación de nuestros hijos. A la Profesora Aydeli
Socorro Puerta Vasquez quien fue la primera profesional en educación, que
acogió en su aula a nuestro hijo con autismo y supo aceptarlo y entenderlo
durante todo su nivel inicial, desde 3 años hasta los 5 años, después de que
otros profesionales vieron en él un terrible problema para el aula.
Agradecer a los padres y
madres que sí entendieron la situación que vive un niño autista incluido en un
aula regular.
Agradecer a los profesores y
profesoras que conocen y han entendido a
mi hijo, a las personas de mi entorno inmediato, hermanos, amigos,
familiares.
Agradecer a Dios por tener
un hijo maravilloso, porque es realmente maravilloso.
Agradecer a todos, porque sé
que en algún momento nos uniremos para ayudarnos a construir un mundo mejor
para las personas con autismo.
Y a todos aquellos que
tienen un hijo autista, decirles que sigamos ayudando a nuestros hijos a salir
adelante, puesto que nos dan sorpresas agradables y muy satisfactorias como lo
hicieron Albert Einstein, Ludwig Van Beethoven, Amadeus Mozart, entre otros
personajes importantes de la historia que tuvieron autismo.
JOSE LUIS
ARISTA TEJADA
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