domingo, 30 de julio de 2017

EL AUTISMO, UNA REALIDAD AUN NO ENTENDIDA. Por: JOSE LUIS ARISTA TEJADA

EL AUTISMO, UNA REALIDAD AUN NO ENTENDIDA.

                                                                     Por: JOSE LUIS ARISTA TEJADA

El 2 de abril de cada año se celebra el día mundial del Autismo y dentro de la sociedad existen personas diagnosticadas con el espectro del autismo que no conocemos o en el peor de los casos, no los entendemos.
Desde que diagnosticaron a mi hijo con el espectro autista, he experimentado una serie de hechos que me han hecho ver que no estamos preparados para ayudar, educar e incluir a los niños y niñas con autismo dentro de la sociedad; por lo que, en ocasiones, ni los padres mismos sabemos qué hacer y si hablamos del entorno que nos rodea, peor aún, no saben que es: ser autista.
Me ha llamado la atención hoy, una frase que he leído y dice: “la sociedad no tiene la obligación de aprender sobre nuestros niños autistas, es nuestro deber enseñarles”; en tal sentido, creo que en cierta parte tienen razón, es por ello que hoy, debo indicar que si bien, nos hemos informado sobre autismo porque tenemos un hijo con dicho diagnóstico, a un inicio, antes de enterarnos de ello, yo personalmente, desconocía de lo que se trataba, por lo que comprendo a quienes en la actualidad, pese a contar con información virtual en el internet, aún no saben de qué se trata. Por tanto, si bien no tienen la obligación de aprender sobre nuestros niños autistas, es nuestro deber como padres enseñarles lo que es y en consecuencia, estar todos comprometidos en el saber qué hacer y cómo tratar a un niño o niña con autismo, puesto que no dejan de ser seres humanos y mal que nos pese, tienen derecho a estar incluidos. Y mal que nos pese a los que estamos involucrados en esta tarea, aún tenemos mucho  por recorrer para realmente incluir a los niños y niñas con autismo.
Me encanta lo que cierto joven autista dijo: tenemos autismo, ¿y qué? Te pueden pasar cosas «peores» como, por ejemplo, ser discriminador.
¿Cuántas veces hemos discriminado a una persona diferente a nosotros? A un niño o niña diferente en la escuela; un joven o señorita diferente, en el colegio; a un adulto varón o mujer diferente en la sociedad. No hemos entendido o no hemos querido entenderles y mucho menos meternos en su mundo para poder ayudarles a llevar una vida más satisfactoria e independiente.
Es común decir en la casa y en la escuela por boca de padres y maestros el ¡Quédate quieto, pórtate bien!, eres un desobediente, o, ese niño es un malcriado, seguro que sus padres lo consienten mucho o no lo corrigen. No hay que comparar a un niño “normal” con un niño autista.
Es común caminar por la calle con tu hijo autista y de repente él, reaccione de manera diferente a los demás o más exagerado que los demás, y todos se queden mirándolo y mirándote. Con todo ello, ya sea por cultura o costumbre, antecedemos la etiqueta a la persona y pasamos por alto su dignidad. Cuando se recibe un diagnóstico de autismo, éste no debe ocupar nunca el primer término, pues antes de ser autista, es una persona con necesidades, deseos y frustraciones, con un nombre propio y con los derechos que todo ser humano debe tener dentro de la sociedad.
Johann Wolfgang von Goethe, decía: “Trata a un hombre tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser.”
Hoy, yo trato a mi hijo como el hombre que puede y debe ser, intento ayudarle y ha superado muchísimo. Ciertamente existen ciertas características propias de su condición de autista que son de él, por su carácter neurológico, no obstante es un ser maravilloso, muy inteligente, cariñoso conmigo y los demás, con sueños y aspiraciones.
Actualmente tiene 8 años y asiste a una Institución de educación básica regular; pero no ha sido fácil, todo ha sido un proceso constante y perseverante para afrontar las diversas situaciones de inserción a la sociedad, ante las reacciones de compañeros de aula, de padres y madres, de profesionales, del entorno inmediato. Hemos tenido que viajar constantemente para terapias y otros que ha valido la pena. Muchas veces, nos limita la situación económica, no obstante sé que todo padre hace lo posible, hasta sacrificios, porque desea lo mejor para sus hijos.
 En Chachapoyas, existen un buen número de niños y niñas con autismo, probablemente los hayamos visto y no nos hayamos dado cuenta, puesto que existen diferentes niveles de autismo, desde el leve hasta el complejo. Los hay incluidos en las Instituciones educativas, en el colegio especial y muchos otros los tienen en casa o en el peor de los casos, encerrados o escondidos por vergüenza, por falta de orientación o simplemente por no saber qué hacer.
La situación del niño o niña autista que en el futuro será un ciudadano o ciudadana, es de falta de ayuda, por tanto, es momento de  conocer más sobre autismo y saber cómo tratarlos para ayudarles a ser independientes y útiles a la sociedad.
En este día quiero agradecer a todas las personas que han hecho que mi hijo vaya mejorando cada día, entre ellas: Mi esposa que ha tenido que dejar todo para estar presente todos los días en la atención y formación de nuestros hijos. A la Profesora Aydeli Socorro Puerta Vasquez quien fue la primera profesional en educación, que acogió en su aula a nuestro hijo con autismo y supo aceptarlo y entenderlo durante todo su nivel inicial, desde 3 años hasta los 5 años, después de que otros profesionales vieron en él un terrible problema para el aula.
Agradecer a los padres y madres que sí entendieron la situación que vive un niño autista incluido en un aula regular.
Agradecer a los profesores y profesoras que conocen y han entendido a  mi hijo, a las personas de mi entorno inmediato, hermanos, amigos, familiares.
Agradecer a Dios por tener un hijo maravilloso, porque es realmente maravilloso.
Agradecer a todos, porque sé que en algún momento nos uniremos para ayudarnos a construir un mundo mejor para las personas con autismo.
Y a todos aquellos que tienen un hijo autista, decirles que sigamos ayudando a nuestros hijos a salir adelante, puesto que nos dan sorpresas agradables y muy satisfactorias como lo hicieron Albert Einstein, Ludwig Van Beethoven, Amadeus Mozart, entre otros personajes importantes de la historia que tuvieron autismo.


JOSE LUIS ARISTA TEJADA

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